Llorar de alegría, llorar porque sí, llorar al sonreír, llorar por estar repleta de felicidad.
¿Y es que, contigo quién no lo haría!
Y la soledad se vuelve polvo al viento, brisa fresca, y recuerdos del jamás.
El siguiente y el siguiente y el siguiente de mis pasos deja tu nombre junto a mis huellas, escrito en relieve. Y cada acorde que se te escapa entre los labios lleva cada uno de los tequieros que de vez en cuando estallan en mi interior como bolas de fuego y me hacen chillar, saltar, cantar, brillar, amar, reír, carcajear, bailar.... y que uno beba, que uno fume, que se arriesgue... ¿pues qué es la muerte? La muerte es estar encerrada lejos de ti, es no poder estirar los brazos tanto como para abrazarte, es besar al viento mientras se alejan tus labios.
Algún día, en algún sueño, alguien dejará escrita en la arena la palabra que explique todo lo que te quiero.