Los susurros estruendosos, asonantes
Los sueños estancados, quebrados, vanos
Los abrazos vacíos y fugaces,
miradas que no ven
atardeceres que se pierden en las azoteas,
prostitutas risueñas.

Semáforo y claxon.

Cada noche una poesía
siempre con la misma melodía.
Repitiendo las mismas estrofas.

Balcones vacíos
o vecinos dormidos.
Desconocidos al fin y al cabo.

El mar tan lejos a tan pocos pasos...


La vida sigue fluyendo ahí abajo
mientras aquí arriba
versos se riman.

The sound of nothing.

Atlas Hands

Quizás las cosas no se arreglan solo con una sonrisa. 

Aunque parezca que sí, que sonreír es ser feliz. 

Pero siempre nos falta un brillo, 

una nota absurda que da sentido a todos los movimientos del universo, 

que coordina los pasos sin rumbo. 

Y me descubro extrañando tus suspiros en mi nuca,

esa sensación única.

Cuando todo sobra y a la vez todo toma sentido.

Gracias a tu latido.

Extrañado, odiado y sentido,

tan pausado y abatido

que resultaba bello su silbido.

Y duele el retumbar de la memoria,

o la extrañeza que te añora.

 Imagen de Paula Bonet.

Todo tiende a la nada...

Todo se acaba.

Las canciones se acaban.

Los días se acaban.

Los silencios se acaban.

La felicidad, como la paz, 

siempre se acaban.

Se fue de mi mente tu sonrisa, 

todas aquellas palabras,

toda la melodía.

Aún me queda el aroma,

lo que sentía con tu pelo

los sueños y anhelos.

Pero si miro al suelo,

si cojo los trenes

y cruzo los semáforos,

las metas, los arrebatos,

 mis ruinas y despegues,

las dudas y fracasos...

Me siento como un pájaro.

Con las alas desplegadas y los ojos cerrados.

Pero como siempre, todo se acaba.

Consume el momento hasta la última calada, 

y lánzate a la nada.

Al desafío, a la experiencia, a la barricada.

La vida está compuesta por un comienzo y un fin, y se dan a todas horas en todos los lugares. 

Solo tienes que aprovechar el momento en el que coinciden en ti.

Ardo dentro de una hoguera

Las palabras se cosen a mis labios, se enredan en mi pecho y acaban estallando ahí dentro. Porque no hay otro lugar donde puedan descansar.
Son sombras oscuras que me persiguen por las calles oscuras de Barcelona. Incluso a pleno sol, brilla en mis ojos el fuego de todos los secretos.
Tengo miles de retales, yo los coso cada noche sobre la almohada. Pero a la mañana siguiente, la realidad me salpica la imposibilidad.
Cuán estúpida, como tantas veces, como repetidamente me pasa.

Seguirán siendo secretos, aunque ahora mis dedos corran tan rápidos por el teclado, pero solo piensan en contar lunares, en curar heridas en tus manos, soplar tus brazos y aliviar tus noches oscuras.

Todo eso, me corroe por dentro. Pero mis labios siempre tienen secretos.

http://www.youtube.com/watch?v=xKh7kgPjX7c

Eramos

Que nos aguantemos, que nos mordamos las uñas, que nos reprimamos ante la opresión, que callemos nuestro corazón.
Y paso tras paso te vas haciendo más pequeño, siendo una gota más que se deja llevar por la corriente. Y todos los ríos terminan en el mismo mar, siendo mecidos por buques de piratas, que agujerean los bolsillos ajenos.
Nos gusta el mal tiempo, a más oscuridad más privacidad, y luego buscamos los rayos de sol en pieles ajenas que nos acarician y arañan a la vez.

Acabaremos siendo viejos con las alas sin estrenar, con el corazón encogido y encadenado, con las manos atadas y el alma apaciguada. Toda esta tensión, toda la rabia que agita nuestros dedos será simple remordimiento por el cambio que nunca llegó, por la esperanzas en ascuas atizadas por el viento.
Únicamente nos quedará el genio, la mala hostia que nunca llegamos a utilizar; la paz en los labios con un suspiro que se ahoga.

Educación

Debería usted intentar recordar una época, no muy lejana, en la que contaba con únicamente dieciocho años en el cuerpo, el mundo ante usted y, ¡qué narices!, las hormonas como elefantes encabronados. 
Llegamos a clase esperando una persona amable y espontánea, con una personalidad acorde a su edad y no con apariencia de institutriz de mil novecientos sesenta. Buscamos frente al encerado un educador vocacional que se entusiasme con nuestros logros y no que nos los aleje. 

Buscamos una educación que nos pinte alas y nos explique cómo hacerlo, que nos enseñe y nos libere. Necesitamos una reforma cultural, que limpie las viejas y polvorientas creencias; eso de hacer lo que se hace porque siempre se ha hecho así... hemos de mirar el viejo mundo con ojos limpios y frescos.

Somos el futuro... si se nos educa como es debido, pues tendremos que arreglar todo el desastre que tortura al planeta: la pena, el hambre, las desigualdades e injusticias. Permítanos crecer para que la sociedad pueda evolucionar también.

Me llama Ra.

Lisa Hannigan, "I Don't Know"


Silencio ondulante.

Las cortinas abrazaban al viento. Y si quieres que te diga la verdad, creo que sonreían, en su imposibilidad de sentimientos, sé que sonreían. Así como lo hacía la naturaleza al día, al sol. Que hiciésemos algo o no daba igual. La luz bronceaba mi espíritu, y si esto es productivo qué más da.
Tenemos algo con lo que no cuenta nadie, ni siquiera el capitalismo que todo lo tiene, contamos con las ganas de vivir. No se confunda con un tópico; nosotros contamos con la magia de la creatividad, la positividad y la juventud.
Que no te engañen hermano, la oscuridad es solo la ausencia de luz, y en cada idea se enciende una bombilla que ilumina. Como tu sonrisa. Pues la felicidad es la meta de cada día, de cada ratito compartido, y es que la buena gente se diferencia porque brilla.
Cuando un baile no es una sucesión de movimientos al compás de una canción, sino una sucesión de cascabeles que se activan en cada nota por todo tu cuerpo.

No te arrepientas mañana, vive hoy y mañana. Que el cielo nos reclamará en cualquier momento, la edad no marca el final, el final es cada atardecer.
Quiero ver esconderse el sol tumbada en la hierva con cerveza, cigarros, una guitarra y un montón de gente que sepa abrir el corazón.