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domingo, 30 de diciembre de 2012

Para soñar hay que empezar de cero.

Burning and burning.
Mi cabeza es un no parar de tormentas y lava; una marea inconstante que tanto calma como azota mi sien.

¿Que hará una principiante de la soledad en este prado de aire?
No creo que esto sea lo mío, pero al menos es mi decisión. Esto es el resultado de cábalas perpetuas, de salados remordimientos y de amor derretido que vagaba por las superficie de mis mejillas. Es lo que he elegido.

Piensa en dentro de treinta años. No quiero contarle a mis hijos la vida que soñé o imaginé, sino la que viví y disfruté. No quiero leer novelas de aventuras que me lleven a lugares exóticos donde todo es posible; quiero pisar lugares que me encanten con un solo vistazo y en donde todo lo que soñé pueda realizarlo al quererlo con el alma.

¿Que si me arrepiento? 
Todos los días.

¿Qué si pienso en él?
También.


Pero esta es mi vida, quiero saciarme de ella, tragarla a grandes bocanadas de humo blanco y expirar mi vida aún con el sabor de ella en la boca.


Ojalá que todo sea más dulce.

martes, 18 de diciembre de 2012

Y los árboles alegaban que no sabían nada, mientras acariciaban las nubes con las puntitas de los dedos.
Las flores negaban toda complicidad, abriendo sus ojos dorados sorprendidas.
Ni siquiera los pájaros, que todo lo ven cuando juegan a correr sobre el aire, sabían nada.

Y creo que mienten. ¿Puede ser que tuvieras tanta dulzura como para hacerles cómplices?

No quería un hasta luego, no me arrastraría tanto, con un adiós bastaba.

Ahora, que los árboles lloran marrón y ámbar, que las flores se diluyeron en el viento, junto con el canto de aquellos... quizá es porque te arrepentiste.
Quizás sea porque te olvidé.

martes, 20 de noviembre de 2012

Mi recuerdo

Las notas del piano marcaban los pasos de las agujas del reloj, que bailaba de suspiro en suspiro como una bailarina en toda su finura y suavidad.

Si acaso huelo un aliento nítido de la montaña, del romero de sus faldas, el recuerdo me quemará por dentro.
Si pudiera escuchar el canto divino de los pájaros que dibujaban manchas negras en el cielo azul... cuánto daría, señor, cuánto por volver a tocar piedras heladas en el caluroso verano.

Que la bailarina del tiempo se detenga, que el mundo calle; solo quiero oír mi propio mundo. Algo en mí ansía centrarse en la hermosura de ese momento fugaz, mientras todo lo demás se convierte en polvo. El ahora es simple espejismo de humo cuando me derrito en aquel recuerdo.




miércoles, 12 de septiembre de 2012

¡Mr. Autumn is coming!

Flo Rida, Whistle

Aquí seguimos. Y seguimos vivos.

Parece increíble, pero después del verano estamos de una pieza... quizás solo sean tres cuartos pero después de todos los excesos cometidos es mucho decir.
Se acabó el verano y mientras volvemos a enterrarnos bajo apuntes muchos lloran. Le lloran al sol, a la playa, al calor, a la fiesta...

Entretanto la romántica de las bufadas se deshace de encanto embadurnada entre capas y capas de colores fríos y suaves. Vuelvo a sonreír con un paraguas sobre la cabeza, sintiendo como se cuela el frío entre los hilos de mi ropa, con el viento golpeándome en la cara, haciendo sentirme viva.
Creo que quizás por eso me gusta tantísimo el invierno; hacen que me sienta viva. A diferencia del abotargador verano, las noches calurosas dando vueltas en la cama mientras que por el día no puedo ni moverme, ¡el invierno me activa!

Cuantísimas veces habré dicho lo mucho que adoro las tormentas eléctricas, los truenos gritando a los cristales de mi ventana, mientras me tomo una taza de té y disfruto el espectáculo, abriendo el balcón para empaparme del estruendo. Estallido de pasión.



Bienvenidos al otoño. Salgan al campo y observen, huelan, escuchen, llevamos todo el año esperando el espectáculo.
Hudson Taylor, Trouble Town


sábado, 8 de septiembre de 2012

Christina Aguilera, Beautiful

Siguen compartiendo secretos en la mirada, siguen hablando con solo una mirada y una sonrisa. Después de tanto... ¡de tanto y tanto tiempo!
Con darse de la mano basta para que se entiendan. Sus arrugas hablan de la desgracia, de historia y de sufrimiento. Pero en cada sonrisa se refleja un espíritu de libertad que aún no ha sabido salir de su cárcel.

Ha sido tan hermosa la vida. Ha sido tan difícil y dura... y tan hermoso haberla vivido juntos.

Pero más duro se torna el ocaso. El cielo rojizo tiñe la paz y la tranquilidad de saber que todo está hecho, pidiéndoles más esfuerzo aún.
Se suponía que esto no acababa así.

martes, 28 de agosto de 2012

Con la sal pegada al cuerpo

Gabrielle Alpin, Reverse

Yo lloraba.

Sé que parecía una loca que no sabe controlar sus sentimientos. Sé que parecía que había perdido la cabeza.
Y he perdido la cabeza. Llevo mucho tiempo intentando buscarla, intentando buscarme a mí misma, pero estoy atrapada en una jaula sin barrotes. Estoy atrapada en la jaula de mí misma, y no sé cómo resolverlo.

Me encantaría quedarme dormida tumbada sobre las olas y despertar allá donde la marea quiera llevarme. Sentir la suave brisa marina susurrando entre mi pelo, jugueteando mientras me cuenta historias del otro lado del océano, de aquellas tierras que no hablan el mismo idioma. Con la sal pegada al cuerpo.

Pero solo tengo sal de lágrimas tristes, de tiempo desperdiciado y de no saber cómo aprovechar el que viene.

Quizás mañana vea el mundo desde la luna, pero hoy solo veo la luna tan lejana... Tantos sueños, tanta fe en mí, se ha ido volando y me he quedado yo sola. Vacía.

Con la sal pegada al cuerpo.


lunes, 16 de enero de 2012

16.01.2012

Besó la muerte con los labios del alma, que susurraban lentamente que no.

Entró en la habitación blanca, con los sentidos dormidos y una lágrima cayendo de su ojo, rozando su mejilla para perderse en los pliegues de la bata, junto a un rosario azul turquesa que llevaba en cada bolita un beso de amor puro.
Humo denso en su mente, con el corazón encogido y arrugado, viejo, mientras que su alma joven se aferraba fuerte a la vida y a ella.

Afuera nos nervios corrían sobre blancos caballos bravíos en cada cuerpo.
La impotencia se adueñaba de cada uno. A su manera. Ojos rojos y desesperación. Las esperanzas se mezclaban con el ambiente cargado, olor a desinfectante y batas blancas que vagaban como almas en el purgatorio.

Oh, Darling.

Y en un suspiro, vida y muerte convergieron, dando a luz a una pequeña ilusión de esperanza.
And I’m still waiting for a shiny day.


Y en mi, una tormenta de dolor llovía desde las pestañas.