Sensación extraña, el saber que ahora mismo, un cuatro de la población mundial (aproximando) está haciendo lo mismo.
Miles de millones de personas cubiertas de prendas alentejueladas y billantosas, con las bragas rojas y el reloj en la mano, con enormes pendientes dorados y siempre atareados.
Todo el mundo está esperando, y muchos estamos esperando el final.
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¡Aleteame palabras de purpurina!