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sábado, 28 de agosto de 2010

Un par de payasos en un circo cruel.

Amanecíamos un Tú y un Yo.
Nunca un nosotros.
No me preguntes por qué, pero nuestras sábanas nunca amanecían abrazadas como en las habitaciones de los amantes normales. Siempre despertábamos al mismo tiempo, y siempre al mismo tiempo, sabíamos que estaríamos solos en este mundo.

Y a pesar de que sí follábamos -y lo hacíamos como auténticos animales- no había amor en aquella habitación, como en el resto de la casa. Follábamos como se hace en un hotel, como se hace un sábado a las 4 de la mañana cargados de heroína hasta las cejas.
Era sexo con pasión, mas nunca con amor.
Cada mañana desayunaba con el dolor pegado a los labios; el dolor de tener alguien tan cerca sabiendo que jamás llegará a amarte, y que tú jamás llegarás a amarle.
Me besabas en la frente como si realmente lo hicieras con ternura, y yo cerraba los ojos, como si pensase que la había.
Eramos un par de payasos en un circo triste, cruel, amargo y silencioso.


Y aún hoy, no me salen las lágrimas por estos ojitos secos.
Hoy solo puedo velar tu tumba, pero jamás sufriré.

Pues jamás te amé.

4 comentarios:

  1. "Me besabas en la frente como si realmente lo hicieras con ternura, y yo cerraba los ojos, como si pensase que la había."

    con eso me has matado, totalmente.

    muaaac!

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  2. A me has matado con: "
    Y aún hoy, no me salen las lágrimas por estos ojitos secos.
    Hoy solo puedo velar tu tumba, pero jamás sufriré."
    Me ha gustado mucho este texto, ¡aunque sea tan triste!

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  3. Y yo que digo ahora, si me he quedado muda??.
    Bellísimo y sentido texto.
    Un beso!

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