Ella iba por la calle, caminando como siempre, sola y sin algún atisbo de sentimientos, cuando, de repente, una hoja seca se desplomó sobre su cabeza. Se quitó los cascos y la cogió de su gorro, con cuidado de que el tallo no se hubiera enredado entre la lana, y miró la hoja con curiosidad.
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lunes, 30 de noviembre de 2009
Hojas secas
Ella iba por la calle, caminando como siempre, sola y sin algún atisbo de sentimientos, cuando, de repente, una hoja seca se desplomó sobre su cabeza. Se quitó los cascos y la cogió de su gorro, con cuidado de que el tallo no se hubiera enredado entre la lana, y miró la hoja con curiosidad.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Ven y descúbrelo
martes, 24 de noviembre de 2009
Aún
domingo, 22 de noviembre de 2009
¡Jamás!
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Smile
lunes, 16 de noviembre de 2009
Diario de una idiota XI
Sin palabras.
Solo besos de mermelada y desayunos de labios.
Solo abrazos de sábanas y noches de brazos.
Solo música de susurros y silencios de Billy Talent.
Solo carcajadas de pestañas y miradas de cosquillas.
Solo estabas tú para hacerme feliz, no me hacía falta nadie más, si te digo la verdad, ni siquiera me hacía falta ver tu cara porque estaban tus besos y nuestros desayunos, tus abrazos y nuestras noches, tu música y nuestros silencios, tus cosquillas y nuestras miradas.
Fue muy real y únicamente me hizo falta despertarme para saber que no.
La cuestión es que, realmente estas besándome en mis sueños y tus manos rodean todos los regocijos que mi cuerpo desea esconder de mi lengua sin saliva, mi falda en llamas y del doblez de mi codo empapado de pensamientos que solo tú sabes domar.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Elchicodeosgrandessaltos
Pero tras mucho tiempo echándola de menos, otra mano acarició la mía, y a pesar de no llevar bragas, era ·lamismalenguajuguetona· que yo tanto ansiaba.
La tonta de al lado
Y tan bonita que era, que le cantaban coplas bajo su ventana, en un piso en Oviedo.
Los pájaros la despertaban cada mañana cual Cenicienta abandonada en cualquier torre perdida.
Pero aquí estoy yo, mirándola por la ventana y deseando esa belleza que ella pierde entre sollozos por aquel... desaprovechando esa perfección física que todas querrían tener y ella olvida. Me gustaría poder introducirme en su cuerpo por un día y sentir esa superioridad que ella no quiere.
Yo solo puedo mirarla con ojos bobos, con deseos estúpidos y ella... ¡cielo santo! alma olvidada de belleza inigualable.
Pero él no la quiere y por ello se auto-desperdicia como a un clinex.
Bonita, él no te merece si le da tantas vueltas a lo que tú tanto deseas, no te merece si no se decide como muchos otros lo harían. Es un idiota que no se da cuenta de lo que deja pasar. Y tu también porque dejas pasar años de gloria. La belleza no aguanta mucho y las arrugas se empeñan en joderte, cariño.
No te merece.
Olvídale.
domingo, 8 de noviembre de 2009
Sabores, texturas, resonancias, movimientos y pasos.
Las barras de bar. Tan simples, pero aguardan tantas cosas y guardan otras tantísimas cada noche.
sábado, 7 de noviembre de 2009
Si es que no quieres llorar por nada
Si es que no quieres llorar por nada
Y cuando empecé a borrarte a besos, ya sabía a lo que me atenía, ya sabía que algún día desaparecerías. Pero ahora...
No quiero imaginarme el momento en el que tus besos se aburran de mi sabor y tus oídos de mis susurros apasionados.
Se supone que yo no debería haberte querido, ¿vale?.. solo un jueguecito de borrachera y borrón. Pero camelaste a mis ojos con tus labios y encandilaste a mis manos con ese maldito Hueco!!
¿Y yo qué?
No soy de esas mi amor, yo no soy niñata de hola y adiós y te has hecho querer por este corazón de piedra, que no quiso a muchos más. Solo has sido tú y ahora...
Ahora temo la despedida.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Laura
Sus manos revoloteaban sobre su flequillo rubio y lo manipulaban a su antojo, que tanto cambiaba. Su sonrisa derrochando un poco de brillo ante aquel grupillo de muchachos -de los cuales no había uno que no supiese a quién pertenecía aquel rojo corazón- y sus labios inquietos entre palabras y carcajadas, sin saber muy bien cómo actuar exáctamente, pero a mi excepción, nadie lo notaría. Ella ya tenía gran facilidad para manejar situaciones como aquella.
Se giró violentamente y me miró a los ojos. Yo, aún en estado de shock, seguí mirándola hasta que sonrió y corrió hacia mis brazos que tanto añoraban sus abrazos.